Nos gusta tener la casa limpia y aseada: quitamos el polvo, fregamos el suelo, metemos la ropa de cama a la lavadora, desinfectamos el baño…pero…¿y los sofás?
Ellos son los grandes abandonados de nuestra casa y no debería ser así, ya que son una gran fuente de acumulación de polvo y ácaros.
Nos gusta nuestro sofá, unos lo preferimos más blando, otros más duro, que sea bonito, que nos combine con las cortinas o que no dé calor. Pero lo que no nos paramos a pensar es que las tapicerías de tela suelen mancharse o acumular suciedad por el uso.
Cada vez, los fabricantes invierten más en I+D+i y apuestan por telas de mayor calidad, resistencia, repelentes al agua y con tratamientos especiales antimanchas. Pero a pesar de todas ventajas, se ha de mantener y limpiar regularmente nuestro sofá para que luzca más y más bonito…
En primer lugar debemos conocer las características de nuestra tela y las recomendaciones del fabricante.
Habitualmente, limpiaremos la tapicería de nuestro sofá con un detergente suave, agua tibia y un paño limpio y húmedo. Se realizarán movimientos suaves y circulares por toda la tapicería. Posteriormente con el trapo limpio, retiraremos el excedente de jabón y lo dejaremos secar.
Si la tela es desenfundable, podremos desvestir el sofá para limpiar las fundas en la lavadora. Este proceso se debería realizar una vez al mes. ¡Recuerda mirar bien las instrucciones de lavado, no te vaya a encoger la funda!
Si las fundas están muy sucias, ponerlas un rato antes en remojo con agua templada y jabón neutro antes de meterlas en la lavadora. Nunca las pondremos en la secadora, las secaremos al aire libre en zona de sombra.
Si no puedes desenfundar el sofá, siempre tendrás la opción de utilizar productos de limpieza en seco, como la espuma, que funciona muy bien. Se ha de aplicar, dejar actuar unos minutos y retirar con un trapo húmedo. Una vez esté seco, ya nos podremos sentar.
Por último, hablaremos de la limpieza del mueble. Esta debería ser una de las tareas habituales en la limpieza del hogar. La acumulación de polvo y de pelos se mete debajo de nuestros cojines, y por cualquier parte de nuestro sofá. Deberíamos pasar el aspirador cada dos semanas, para retirar ese polvo y esos pelos. ¡No olvides pasar el aspirador por todas las esquinas y ranuras del sofá! Una vez hemos acabado de pasar el aspirador, damos una pasada con un trapo húmedo y un cepillo suave.
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